En plena era digital, tanto el estrés como la ansiedad se han convertido en algo ya demasiado común. Ya sea por las exigencias laborales, las presiones de las redes sociales o las incertidumbres de la vida cotidiana, todos alguna vez nos sentimos abrumados por estas emociones.
En España, la cifra de personas que han experimentado estrés alcanza un 60 % de la población total. Por otra parte, el 6,7 % de la población española está afectada por la ansiedad y un 25 % lo tendrá en algún momento a lo largo de su vida, según la Organización Mundial de la Salud.
Pese a todo esto, es importante recordar que el estrés y la ansiedad no son inevitables y que hay soluciones naturales que podemos implementar para manejar o mantener a raya este tipo de emociones de manera efectiva.
La ashwagandha, especialmente en su forma estandarizada KSM-66, ha ganado terreno en este sentido. Esta hierba adaptógena, utilizada durante siglos en la medicina ayurvédica, ofrece esa ayuda que necesitamos. ¿Cómo? Vamos a descubrirlo.
Ashwagandha KSM-66: Un Camino Natural Hacia la Serenidad
También conocida como Withania Somnífera o ginseng indio, la ashwagandha ha ido ganando reconocimiento por clasificarse como un adaptógeno, es decir, una planta cuyas propiedades ayudan a nuestro organismo a adaptarse y resistir los efectos negativos del estrés y la ansiedad. Específicamente, la forma KSM-66 es la más valorada, pues para obtenerla, se utilizan únicamente las raíces de esta planta, que contienen una alta concentración de withanólidos, compuestos bioactivos responsables de sus beneficios.
¿Cómo ayuda a combatir el estrés y la ansiedad? Este potente adaptógeno ayuda a reducir los niveles de cortisol (hormona del estrés), lo que promueve una sensación de calma y equilibrio. Con el uso regular, se puede llegar a sentir relajación y más calma, incluso en momentos difíciles. En un estudio, se evaluó a 64 personas que sufrían estrés crónico o ansiedad dándoles una dosis de 300 mg de ashwagandha durante un periodo de 60 días. Los resultados fueron óptimos pues los participantes declararon que se sentían menos estresados e incluso mostraron más claridad mental.
Por otra parte, esta planta milenaria también posee cierto efecto sobre los neurotransmisores, especialmente sobre la actividad del GABA (ácido gamma-aminobutírico), que tiene un efecto calmante en el cerebro, ayudando a reducir ansiedad y nerviosismo.
Cómo Introducir Ashwagandha KSM-66 en tu Rutina Diaria
Introducir ashwagandha en tu rutina diaria es simple y puede marcar una gran diferencia en tu bienestar. La mejor forma de hacerlo es a través de suplementos de ashwagandha, disponibles en diferentes presentaciones según tus preferencias: cápsulas, tabletas, polvo o dulces gominolas. Dependiendo de tus objetivos, puedes tomarla en diferentes momentos del día: por la mañana, si buscas más energía y enfoque mental; por la noche, para reducir el estrés acumulado y mejorar la calidad del sueño; con las comidas, para evitar molestias digestivas y favorecer su absorción. Sigue las instrucciones de cada fabricante para su respectiva toma. Para maximizar los beneficios, combina el uso de ashwagandha con otras prácticas saludables como yoga o meditación, ejercicio y una alimentación equilibrada y, sobre todo, ¡sé constante!
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